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SALUDO DEL ALCALDE

Bienvenidos a Cosuenda,

Produce cierto vértigo asomarse a esta ventana del mundo, Internet, sabedores que, desde cualquier punto del planeta, alguien puede sentir la curiosidad de acercarse hasta nosotros para tratar de conocer mejor nuestro pequeño pueblo de Cosuenda: España, Aragón, Provincia de Zaragoza, Campo de Cariñena, a tan sólo 50 kilómetros de la capital aragonesa.

Situada al pie de la Sierra de Algairén, Cosuenda es una alternativa turística nada desdeñable por su naturaleza y sus afamados vinos. Contamos con Piscinas, instalaciones deportivas, Biblioteca, Salón de la 3 ª Edad, Areas de descanso y parques donde la familia puede pasar un día agradable.

Es una delicia pasear una mañana de verano, bajo la fresca sombra de los plataneros ya centenarios, y adentrase por sus calles, adornadas las fachadas con las mil flores de los maceteros. Alguna casa solariega con su escudo heráldico, testimonio mudo del paso del tiempo y otros muchos detalles que el pasajero diestro sabrá, sin duda, apreciar. Paz, mucho silencio y la sabia charla de los abuelos del lugar que descansan en los bancos del paseo.

Si eres caminante, de paso largo y aire limpio, entre carrascas y pinos, podrás disfrutar si subes por la Sierra, del paisaje luminoso que se abre bajo tus pies: el campo de Cariñena, riboteado del verde de las viñas y de la tierra roja que el prestigioso y joven director de cine español, Julio Medem, eligió como escenario para su original película de ‘Tierra’.

Parajes como Monte Blanco, Juan Rubio, Valdevilla, Leñador, Cabezo Bellota, El Palancar, La Unión, Valdemadera, Rebollosa, Zagalcerro, Ribarroya, Cabezuelos, La Peña de Hiedra, Valdegarzón, Ventorrillo, Collados del Cuervo, del Espino,… Nombres todos tan antiguos como los lugares a que hacen referencia y que atesoran aún el olor primero de las palabras no mancilladas por el paso del tiempo y las vulgaridades de nuestro moderno vocabulario. Nombres de los campos, montes, caminos y barrancos de nuestra geografía rural española, que la sabiduría popular tan magistralmente conserva y que podrían formar parte de cualquiera de las páginas de nuestros clásicos más universales como Cervantes o Quevedo.

Sería un sacrilegio que te fueras de Cosuenda sin probar y disfrutar de nuestros buenos vinos: pajarilla de Cosuenda, vinos blancos, rosados y tintos. Y que, sin duda, el párroco rector de Cosuenda en 1654, licenciado Pablo García, anematizaría sin piedad. Entonces redactó ‘ El Tratado de Execución de la Unión, Tesoro y Reparto de Labradores del lugar de Cosuenda’, cuyo objetivo no era otro que ayudar al labrador a salir de su estado permanente de pobreza, acrecentada, si cabe, en una centuria como la del XVII. Medio novedoso y revolucionario por entonces. Se trataba de potenciar en el pueblo la tenencia de un medio tan necesario entonces para el campo como las mulas y su reposición, en caso de muerte, sin graves costes para el labrador.

Los vinos, como tantas otras cosas, se entienden mejor viendo las viñas de donde nacieron y aún los rostros y las manos de los que los cuidaron, percibiendo los olores y colores de estas tierras milenarias que, desde tantos siglos atrás, sólo conocieron sabiamente de vides y de viñedos.

Feliz viaje cósmico, desconocido y ya amigo caminante. En este humilde lugar ya siempre recordaremos tu cansada andar y tu palabra sabia, llena de lugares lejanos y remotos.

Oscar Lorente Sebastián.