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Alumnos del Aula de Adultos de Cosuenda nos cuentan su experiencia:

Engracia de 87 años es nuestra alumna más veterana, para ella la Escuela es vida, participa activamente en la mayoría de las actividades y no se pierde una clase. “Comencé en la escuela para que no se me olvidara lo que sabía, para aprender y recordar”.

Mª Jesús se ha matriculado este año por primera vez. “Soy nueva en el pueblo y un modo de integrarme en él, es participar en las actividades culturales del municipio”.

Cristina es nuestra alumna más joven este curso. “Matricularme significó un cambio muy positivo para mí. Gracias a una amiga, me atreví a venir. Había tenido mala experiencia en mi época de estudiante, pero he encontrado que aquí la formación se adapta a nuestras necesidades”.

Mª José es de Brasil, ha sido alumna de español en otras aulas de ciudad. “Me encontraba desanimada y desencantada con mi experiencia anterior. Aquí he encontrado una atención más personalizada y un grupo afín en el que tengo que relacionarme en español. He renovado mis esperanzas y estoy muy agradecida con esta nueva oportunidad”.

Juan y José destacan la importancia de poder aprender informática sin tener que desplazarse, con un horario adaptado a su jornada laboral y una formación ajustada a su ritmo de aprendizaje.

Begoña, Lourdes, Fina y Ana llevan varios años participando en los diferentes cursos y talleres que se ofertan. “Actualizamos nuestros conocimientos para poderlos aplicar en nuestra vida diaria y familiar, esto nos reporta una satisfacción personal que nos da energía positiva”.

Todos coinciden: “El ambiente creado por la profesora propicia que sea una actividad formativa, lúdica y adictiva. El aula de adultos es un lugar idóneo para la convivencia, el compañerismo y el aprendizaje mutuo”.